Descenso

>> sábado, 28 de noviembre de 2009


Encontrarse de repente un día en el infierno es más fácil de lo que parece.

Sólo tienes que acudir a una cita con tu médico a recoger unos
resultados de algunas pruebas que te hicieron.

Entras en la consulta tan tranquila, confiando en que será cualquier
tontería que se solucionará con alguna pastilla, incluso pensando que
los síntomas que tenías eran imaginaciones tuyas.

Y al saludar y verle la cara al médico ya notas una sensación rara en
todo tu cuerpo.

Unos segundos más tarde tu médico te mira y te da la noticia.

Te quedas paralizada, ni parpadeas tan siquiera.

Te pasa por la cabeza como una película de lo que va a ser tu vida a
partir de ese momento: quirófanos, máquinas, enfermeras, batas
blancas, hospitales, montones de frascos de pastillas donde antes
tenías tus perfumes…
Te ves dentro de un cuarto que en la puerta luce un símbolo de peligro
radiactivo, y donde siempre parece que falta luz, sobre una mesa de
frio metal, y si no fuera por los que por allí se mueven, que van
acorazados para protegerse de lo invisible, dirías que estás en la
morgue, y que ya acabaste para el resto del mundo, pero no querías
irte, no tenías que irte aún…tanto que te queda por hacer…y sientes
que aún vives y todavía tienes una oportunidad, pero sola no puedes y
nadie parece darse cuenta de que no necesitas toda la ayuda posible,
sino 'sólo' un milagro.

Por lo que no estás muerta, sólo no viva.

En los segundos que piensas todo eso crees que ya estás descendiendo
al infierno, pero en realidad sólo estás a las puertas; aún te queda
pasar una larga temporada en él, dentro de sus calderas, donde tendrás
que enfrentarte a un gran demonio…


Relato ficticio.

14 comentarios:

/ 28 de noviembre de 2009, 20:28  

Debe ser una situación terrible. Plasmaste el momento de una manera increíble.

Muchas gracias por tu visita.

BESOTES Y BUEN FINDE!

© Capri 28 de noviembre de 2009, 20:42  

Estremecedor y real, para mucha gente.

Un besito


Me alegra volver a verte "activa"

Amante del mar 28 de noviembre de 2009, 22:01  

Es un descenso inevitable...pero en medio de las oscuridades, de los silencios, de los soledades del alma...adentrarse en el interior y visitar el castillo luminoso que tenemos dentro...hace resucitar a la esperanza de una vida nueva...

. 29 de noviembre de 2009, 0:31  

Se me hizo un nudo en la garganta, me tembló el pulso, los nervios me pudieron... sólo pude respirar cuando al final del texto leí tu aclaración.

Duro, durísimo trance y por desgracia, muy cercano y real.

Celebro tu regreso Miriam.

Te he dicho alguna vez que tus fotos son increíbles ??


Un beso y gracias por estar.

H. Chinaski 29 de noviembre de 2009, 3:33  

La primera impresión al ver que has vuelto ha sido de alegría, la siguiente al leer tu post de profunda tristeza, y la última, al ver la aclaración, de descanso y alegría otra vez.
Has conseguido subirme en una montaña rusa de emociones en un minuto.

Besos Miriam

manu 30 de noviembre de 2009, 14:56  

La gente suele ir sano al médico y volver enfermos, vaya paradoja. El descenso es un viaje, un cambio paradigmático, se cambia la visual…todo parece ser tan sencillo, encontramos respuestas, aquellos problemas ya no lo son…solo se quiere tiempo, un tiempo para aprovechar esa nueva forma de ser, ese cambio de perspectiva, una abstracción nunca vista…sucede que cuando nos damos cuenta de eso…ya estamos muertos.

Salutes!

Unknown 30 de noviembre de 2009, 15:39  

Miram has descrito de una manera tremendamente real la realidad de muchas personas.

Chiquilla, que buena eres narrando historias.

Un beso

Alfonso 1 de diciembre de 2009, 7:44  

Desgarrador pero real como la vida misma, espero no estés pasando por un trance semejante, pues es duro, durísimo. Me has emocionado Miriam y me alegro mucho de tu regreso.

Besos muy cálidos.

Miguelo 3 de diciembre de 2009, 12:07  

entonces, mejor ser bueno e ir al cielo. muak

/ 8 de diciembre de 2009, 16:46  

Muchas gracias por visitarme.

BESOTES GUAPA!!!!!

. 9 de diciembre de 2009, 0:22  

Te extraño Miriam. Espero que todo esté bien... Un beso grande

hatoros 9 de diciembre de 2009, 11:40  

ES PEOR LA ENFERMEDAD QUE LA MUERTE EN EFECTO PORQUE DUELE
BESOSABARAZAOS

DINOBAT 9 de diciembre de 2009, 21:28  

La vida y sus tretas..realidad o solo cotidianeidad...

Ricardo Miñana 12 de diciembre de 2009, 1:18  

Hola Miriam, muy bonito tu texto,
pasar por tu casa es un placer,
deseo que tengas un feliz fin de semana.
un beso
RMC



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